Cuidados básicos de una herida quirúrgica
- Dr Israel Gonzalez

- 20 oct
- 2 Min. de lectura

Introducción
Cuando nos enfrentamos al cuidado de una herida, en este caso hablaremos de aquellas que se producen después de una cirugía programada, realizada bajo los protocolos de asepsia y antisepsia.
Las heridas pueden ser pequeñas o grandes según el tipo de procedimiento, pero en ambos casos los cuidados básicos son muy similares.
1. Estado inicial de la herida
• La herida quirúrgica está limpia y cerrada gracias al sistema de suturas utilizado.
• No debe presentar contaminación al inicio.
2. Limpieza básica
• Lavar la herida con agua y jabón neutro, frotando suavemente para eliminar restos de sangre o polvo del ambiente.
• Evitar el uso de sustancias caseras o innecesarias como Merthiolate, iodopovidona, pomadas “de la campana”, etc.
• El objetivo es mantener la herida libre de bacterias sin dañar el proceso de cicatrización.
3. Protección de la herida
• Después de limpiar, cubrir con una gasa limpia o con apósitos especiales como Opsite o Tegaderm.
• Estos productos protegen de bacterias y ayudan a mantener la humedad adecuada para una mejor cicatrización.

4. Uso de soluciones estériles (opcional)
• En algunos casos se puede usar Microdacyn: aplicar de 2 a 4 disparos directamente sobre la herida.
• Dejar actuar de 5 a 10 segundos.
• Retirar el exceso con una gasa limpia, sin tallar, solo con presión ligera.
• Posteriormente, colocar el apósito de protección.
Conclusión
El cuidado de una herida quirúrgica se basa en tres puntos clave:
1. Mantenerla limpia con agua y jabón.
2. Protegerla con gasas o apósitos adecuados.
3. Evitar productos innecesarios que pueden retrasar la cicatrización.







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