Avances quirúrgicos en el tratamiento del menisco: de la sutura a la reconstrucción completa

Cuando hablamos de salud de la rodilla, el menisco ocupa un lugar protagonista. Su función como amortiguador y estabilizador articular es fundamental, y por ello, las técnicas quirúrgicas actuales ya no se enfocan únicamente en retirar la parte lesionada, sino en preservar, reparar e incluso reemplazar el menisco dañado. En este blog te explico las principales estrategias quirúrgicas modernas para tratar lesiones meniscales: desde la sutura, pasando por la aumentación con matrices sintéticas, hasta el trasplante de menisco.

Reparación meniscal con suturas: preservar lo valioso

Las lesiones meniscales en pacientes jóvenes y activos, especialmente en la zona periférica del menisco (zona roja-roja o rojo-blanca), son candidatas ideales para reparación con sutura. Actualmente se emplean tres técnicas principales:

• All-inside: Es una técnica mínimamente invasiva que utiliza dispositivos específicos para realizar la sutura desde dentro de la articulación. Es rápida, segura y no requiere incisiones adicionales.

• Inside-out: Esta técnica ofrece una fijación más fuerte y es especialmente útil para reparar lesiones en el tercio posterior del menisco. Requiere una incisión accesoria para anudar los puntos fuera de la cápsula.

• Outside-in: Se utiliza comúnmente para lesiones en el cuerno anterior. Permite un buen control del trayecto de la sutura con mínima agresión.

Ventajas de la reparación con sutura:

• Mantiene la estructura y función del menisco.

• Disminuye el riesgo de degeneración articular a largo plazo.

• Es preferible a la meniscectomía siempre que la lesión lo permita.

Tras la cirugía, el protocolo de rehabilitación incluye restricción inicial de carga y flexión, progresando gradualmente bajo supervisión médica.

Aumentación meniscal con mallas sintéticas: una opción intermedia

En casos donde el menisco está parcialmente dañado y no es reparable completamente, pero aún se conserva parte de su estructura, puede utilizarse una técnica de aumentación meniscal con matrices sintéticas. Estas mallas actúan como un andamiaje que permite la infiltración de células y la formación de tejido nuevo.

Materiales utilizados:

• Colágeno.

• Poliuretano.

• Mallas biodegradables como Chondro-Gide® o Hyalofast®.

Indicaciones típicas:

• Pérdida parcial meniscal tras una meniscectomía.

• Pacientes jóvenes sin artrosis avanzada.

Ventajas:

• Ayuda a restaurar la función de amortiguación.

• Reduce el dolor y mejora la función.

• Favorece la regeneración biológica del menisco.

Es fundamental que los cuernos meniscales estén íntegros para una correcta fijación e integración de la matriz.

Trasplante meniscal: reemplazo total en casos seleccionados

Cuando el menisco ha sido completamente retirado (meniscectomía total) y el paciente comienza a experimentar dolor persistente, el trasplante meniscal puede ser una solución viable, especialmente en personas jóvenes, activas y sin artrosis severa.

¿En qué consiste?

Se implanta un aloinjerto de menisco (de un donante cadavérico), previamente medido y adaptado al tamaño exacto de la rodilla del paciente. Se fija mediante túneles óseos o anclas según la técnica quirúrgica seleccionada.

Evaluación preoperatoria necesaria:

• Resonancia magnética y tomografía computarizada (TAC) para medir con precisión la plataforma tibial.

• Análisis del estado del cartílago, ligamentos y alineación de la extremidad.

Aspectos técnicos clave:

• Es común utilizar guías como el Setmiller o patín para facilitar la inserción del injerto.

• La cirugía requiere precisión milimétrica para lograr una fijación anatómica y funcional.

Resultados esperados:

• Disminución del dolor.

• Mejora funcional.

• Retraso de la progresión de la artrosis.

Conclusión: preservar, regenerar o reemplazar

La evolución de la cirugía meniscal refleja un cambio de paradigma: de resecar a preservar. Hoy en día, el enfoque está en mantener la función meniscal el mayor tiempo posible, recurriendo a técnicas personalizadas según el tipo de lesión, edad del paciente, nivel de actividad y estado de la articulación.

Si presentas molestias persistentes en la rodilla, bloqueos articulares o antecedentes de meniscectomía, acércate a tu especialista. Existen opciones quirúrgicas avanzadas que pueden cambiar tu calidad de vida y preservar la salud de tu rodilla a largo plazo.